5 riesgos de negocios aterradores y cómo evitarlos

Existen amenazas que pueden afectar seriamente la estabilidad de las empresas. En muchas ocasiones, estas pesadillas terroríficas son bastante reales y aparecen en formas espectrales que están al asecho de empresas y organizaciones desprevenidas. Sin embargo, hay maneras para evadir estos riesgos empresariales y sobrevivir…incluso a los efectos de una pandemia. Los siguientes escenarios ejemplifican éstas pesadillas; prepárate para prevenirlas.

Baja repentina de ventas

Tus ventas puedes ser estables hasta que, repentinamente, caen a niveles espeluznantemente bajos. Mientras tanto, tus gastos de operación empiezan a consumir las ganancias. Éste no es momento para congelarse por el miedo; de lo contrario, ante esta situación, tienes que reaccionar e intentar identificar los factores y razones causantes de esta baja en ventas. Para prevenir éste acontecimiento catastrófico, mantén un programa de investigación externa constante –para conocer posibles eventos extraordinarios y como prepararte- y otro para conocer la opinión y necesidades de tus clientes.

Perdidas económicas

Una situación aterradoramente común para las empresas que carecen de una planeación apropiada es que, a pesar del aparente éxito comercial, las ganancias son pobres o inexistentes; en un escenario peor, las constantes perdidas económicas poco a poco entierran al negocio. Para evitar verte en esta situación, como parte de tu plan de negocios, realiza un plan financiero sólido. Examina los gastos e ingresos actuales y realiza ajustes para asegurar la sustentabilidad de las operaciones de la organización.

Realiza proyecciones realistas basadas en el desempeño anterior. Para realizar estos ajustes correctamente, tus operaciones y tu enfoque de ventas deben ser optimizadas. En otras palabras, diseña un plan de ventas que ponga énfasis en ganancias netas, no solo en ventas. De igual manera, recorta gastos de operación innecesarios.

Crisis de relaciones públicas

Esto puede ser tan grave como un malfuncionamiento de tu producto, deficiencia en el servicio, o incluso algo más común como un cliente molesto atacando a tu organización en redes sociales. Igualmente, se debe responder con rapidez y eficacia. Plantea la situación, discúlpate, haz un cambio y comunícalo. Más importante aún, evita éste riesgo empresarial al inspeccionar la calidad de tu oferta y la efectividad de tu sistema de logística y al asegurarte de que los representantes de la empresa provean un nivel óptimo de servicio al cliente.

Nuevo competidor

La competencia está implícita en los negocios. Afortunadamente, en muchos casos, existe suficiente demanda para varios proveedores; en ciertas ocasiones, sin embargo, un nuevo competidor puede surgir y acaparar la industria, robándole directamente a tu organización parte de su clientela y dominando la participación en el mercado. La mejor manera para estar preparado para un competidor monstruoso es conocer a la competencia antes de que ésta sea dañina. Además, crea un valor propositivo difícil o imposible de imitar, en otras palabras creando una oferta que haga a tu organización única. También desarrolla una oferta de precio, producto y distribución que sobresalga, una lo suficientemente atractiva para proteger a tu clientela.

Cambio en el mercado y baja en la demanda

Quizás los artículos o servicios que proveas pertenecen a una industria que está, o podría estar, seriamente afectada por un cambio en la demanda. Un fundamento de la economía es que la demanda por productos y servicios cambia frecuentemente debido a diferentes factores: Hábito, cultura, necesidades, etc.; por ejemplo, las empresas fabricantes de maquinas de escribir fueron fatalmente afectadas por la expansión de la computadora personal. En algunos casos escalofriantes, poco se puede hacer para garantizar la supervivencia; sin embargo, una empresa diversificada, flexible y atenta a los cambios de su industria puede sobrevivir a estos cambios.

Estos riesgos empresariales pueden asustar a cualquiera. Si te descuidas, éstos pueden mandar a nuestra organización a la quiebra. Sin embargo, la mejor manera de evitarlos es a través de la preparación y la anticipación. ¡Se el sobreviviente, no la victima!

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